por Laura Perez
El presagio del boom de la cerveza Guiness podría haberse dado desde el momento en el que, el año pasado, Olivia Rodrigo fue capturada en un show con una camiseta en la que se inscribía el lema «Guinness is good 4 u». Esa frase, que fue eslogan publicitario de la bebida más famosa de Irlanda en los años 20 antes de ser prohibida en los sesenta, proyectaría de alguna manera la obsesión actual de la Generación Z por la cerveza negra.
El Día de San Patricio, Kim Kardashian continuaría alimentando esa estela de popularidad, haciéndose fotos en un pub con la cerveza, y sus fans alrededor. Ahora, la cerveza ha alcanzado nuevas cotas de demanda, sobre todo entre las nuevas generaciones, llevando a que su suministro en el Reino Unido haya sido limitado por su productor, Diageo, quien ha llevado la bebida a lo más alto a través de campañas de marketing con otras personalidades del sistema como Lewis Capaldi o Jason Momoa.
Guiness escasea en los bares
En vísperas de Navidad, y habiéndose convertido en uno de los espiritosos mainstream del año, Diageo ha limitado los pedidos a los bares para garantizar unas existencias adecuadas durante las fiestas. Y es que, las ventas de Guinness en barril aumentaron más de un 20% entre julio y octubre, en contra de la tendencia general de consumo de cerveza, que ha disminuido ligeramente.
Para satisfacer la creciente demanda, Diageo está ampliando su capacidad de producción con mejoras en su fábrica de Dublín y la construcción de una nueva planta en el condado de Kildare.
A todo ello se suma además, que, más allá de entre las nuevas generaciones, la bebida es cada vez más popular entre las mujeres, y los recientes partidos internacionales de rugby también han llevado a que su suministro esté cada vez más restringido.