El ‘confuso’ sistema de retorno de botellas: por qué no volveremos a ‘devolver el casco’

El incumplimiento de los objetivos de recogida separada de botellas de plástico supondrá la puesta en marcha en 2026 de un mecanismo de retorno que está generando mucha confusión entre los consumidores

La puesta en marcha de un sistema de retorno de botellas de plástico ha llevado a muchos a retrotraerse a los 80 cuando era habitual devolver el casco de las botellas de vidrio de refrescos, gaseosas y cervezas. Nada más lejos de la realidad. Esta medida, que tanta confusión está generando entre los consumidores, no nos devolverá a esa época. Entre otras cosas, porque no aplicará las botellas de vidrio como entonces, únicamente a las de plástico de un solo uso, briks y latas; y porque todavía está por determinar su funcionamiento y operativa. Tampoco implicará la desaparición del contenedor amarillo. Estos son sólo algunos de los múltiples mitos que se han generado en los últimos días alrededor de esta medida que anunció el Gobierno a finales de año.

En 2026 funcionará en España un sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR), una práctica por la que asocia un valor a cada envase para que latas, botellas y briks sean devueltos por las personas a tiendas y comercios. Los clientes pagan una especie de fianza en el momento de compra y, una vez entregan el envase de vuelta, este pequeño depósito se les devuelve. No se trata de ninguna novedad, sino de una medida prevista en el Real Decreto 1055/2022 de Envases y Residuos de Envases, que determinaba que si en 2023 no se alcanzaban los objetivos de recogida separada habría que implantar este sistema. Pues bien, el porcentaje de recogida separada de botellas en 2023 fue del 41,3%, frente al objetivo del 70% marcado por la Ley de Residuos.

Ecoembes, gestor del contenedor amarillo, pidió al Gobierno a través de un comunicado que aclarase la metodología de medición para conocer “la forma de calcular la tasa de recogida de botellas”.

Aunque por ahora se desconoce qué entidad asumirá la gestión des esos residuos, Ecoembes asegura “que los contenedores amarillos seguirán en las calles, porque en ellos seguirán depositándose otros envases que no formarán parte del SDDR, como bolsas de aperitivos, botes de suavizantes o latas de conserva”.

Según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico consultado por EXPANSIÓN, los responsables de la implantación del SDDR serán los productores de producto, “bajo la figura y sistema que ellos establezcan”. Y sobre dónde se ubicarán las máquinas o contenedores y qué formato tendrán, explican que también corresponde a los productores de productos definir el sistema. “Es un mecanismo que va a formar parte del sistema global de recogida separada, está regulado con normativa nacional y como tal es de obligado cumplimiento”.

Verdades

Botellas, latas y briks: el sistema de devolución y retorno (SDDR) aplicará únicamente a botellas de plástico de un solo uso de menos de tres litros, latas y bricks (siempre bebidas), tal y como recoge en el Real Decreto de Envases y Residuos de Envases.

Precio: el SDDR asigna a cada envase un depósito económico que se añade al precio de venta, una especie de fianza que el consumidor adelanta. Dicho importe se devuelve, siempre que devuelva el residuo de envase al punto de venta una vez consumido.

> Instalación: habrá una infraestructura específica, posiblemente en tiendas o centros comerciales, similar a la que ya opera en algunas tiendas de tamaño reducido, por ejemplo, en tiendas tipo colmado en Cataluña.

>Cubo: necesitaremos un cubo (o similar) adicional en casa. Además de vidrio, papel y cartón, orgánico y resto, los consumidores tendrán que hacer una nueva separación, lo que supone un nuevo contenedor en casa diferente al contenedor amarillo, que pasará a ser únicamente para el resto de envases ligeros.

Cómo: los envases deben devolverse intactos al punto de venta y con la etiqueta en buen estado para que se reconozca como válido y se proceda a la compensación económica.

Objetivo: pretende incrementar las tasas de recogida separada de estos envases y responde al sistema de alerta temprana que el Ministerio había previsto en el Real Decreto de Envases.

>A diferencia del sistema de reutilización de los 80, que consistía en devolver el casco , el que se plantea ahora es un sistema de reciclado de envases.

Países: en otros países como Suecia, Noruega o Dinamarca ya funciona con éxito este sistema.

 

Mitos

No es devolver el casco: la puesta en marcha de este sistema poco tiene que ver con la práctica de devolver el casco de antaño. Lo que se hacía entonces era reutilización continua de, por ejemplo, botellas de gaseosa. Sin embargo, esto es un sistema de reciclaje de plástico: se generan envases nuevos a partir de antiguos.

No implicará al vidrio (ni a otros materiales): los envases de vidrio de un solo uso (tarros, frascos, botellas o botellines) no se incluyen en el SDDR. En España, la tasa de reciclado de vidrio supera el 70%, el objetivo que estaba establecido para 2025. El sistema que se pondrá en marcha sólo implica a botellas de plástico, briks y latas.

Cobro por adelantado: el establecimiento o el productor no paga al consumidor que devuelve una botella de plástico, es el consumidor quien adelanta el importe, que se añade al del producto, como una especie de fianza. De manera que lo más probable es que el precio del envase se incremente.

Devolución: la cantidad adelantada por el consumidor puede reintegrase en forma de dinero, pero también de vale de descuento o de obsequio.

Contenedor amarillo: no desaparecen, el nuevo sistema será complementario. Queda por aclarar dónde se ubicarán (en qué tipo de establecimientos y tiendas) y quién gestionará esos residuos.

Países: si bien este sistema está funcionando de forma positiva en algunos países, donde la tasa de reciclado es mucho mayor que en España, es necesario matizar que muchos de esos países cuentan también con una política sancionadora para los ciudadanos que no reciclan.

CIG1
01/23/2025