De ‘La Pirata’ a ‘Dougall’s’, cerveceros artesanos independientes contra viento y marea

El sector de la cerveza artesana se ha visto perjudicado en el último lustro a causa de la crisis sanitaria, la subida de las materias primas y la incursión de las grandes cerveceras en el segmento con el lanzamiento de nuevas variedades y la diversificación de su oferta. Los datos de Cerveceros de España indican que hasta el 35% de los establecimientos que se dedicaban a la cerveza artesana han desaparecido desde el año 2019. A pesar de la transformación del sector y la compra y absorción de algunos proyectos artesanos por parte de la industria, pequeñas empresas como SanFrutos, Domus, Dougall’s o La Pirata mantienen su independencia empresarial y estratégica, al margen de acuerdos, un mercado dominado por grandes por los grandes del sector.

Hace una década la popularidad de las variedades de cerveza artesana llevó a este segmento del mercado a un boom de proyectos y nuevas ideas. Desde microcervecerías a empresas independientes por toda la geografía española enriquecieron un nuevo nicho de mercado. Al detectar este nuevo interés de mercado, los grandes de la industria tomaron nota y movieron ficha para aprovechar el interés del consumidor por probar nuevos sabores.

En este contexto se han producido en los últimos años llamativas operaciones que han supuesto la entrada de gigantes de la industria cervecera en el capital de compañías de origen local que había buscado hacerse un hueco entre las cervezas de especialidad. Uno de los más llamativos fue el caso de Molson Coors, que en 2018 se alió con La Sagra. Esta empresa fue creada en 2011 en el municipio toledano de Numancia de la Sagra. Aunque empezó como un proyecto artesano, la compañía ahora se posiciona por precio, marca y oferta como una cervecera industrial.

Otra operación que fue muy sonada en el sector fue la protagonizada por Cervezas La Virgen, una marca nacida en 2011, en pleno boom del sector. Empezaron su periplo en Madrid y alcanzaron a llevar sus botellas y latas a bares y supermercados a otras comunidades autónomas. El gigante cervecero ABInbev compró la compañía en 2017, aunque no trascendieron cifras del acuerdo. Pese a la inversión, la marca fue cerrada el pasado marzo. Otra operación muy llamativa fue la que protagonizó marca La Cibeles, una marca de Madrid, que fue comprada por Heineken, aunque finalmente salió del capital de la empresa.

Proyectos independientes como Nómada Brewing acabó absorbida por Mahou San Miguel. Conocida por sus cervezas experimentales, fue liquidada por Mahou San Miguel, aunque mantiene varias de sus creaciones en su oferta. Por otro lado, Brutus ha sido absorbida por Mahou San Miguel. Al principio con una participación del 70% y más tarde con una del 100%. El pasado verano Hijos de Rivera (dueña de Estrella Galicia) anunció la entrada en el accionariado de Tyris, una de las cervezas artesanales más conocidas de Valencia. Este movimiento forma parte de la estrategia Hijos de Rivera para seguir sumando marcas de carácter artesano a su oferta.

Los que resisten

A pesar de los vaivenes que han tenido lugar en el sector, hay que destacar que todavía existen pequeños proyectos que continúan su actividad al margen de los grandes, manteniendo su independencia estratégica y operativa, en diferentes puntos de España. Estos son algunos de los destacados:

• SanFrutos (Castilla y León). Puesta en marcha por Mateo Sanz y su hermano Adrián en 2013. Fabrican en Segovia y se han especializado en cervezas artesanas muy variadas. Tienen una línea de cervezas fija y otra temporal. Cuentan con distribución internacional y también han apostado por la venta online. Mateo Sanz es la cara visible de la Asociación Española de Cervezas Artesanas Independientes. A pesar de los problemas que ha atravesado el sector en los últimos años y la competencia de las grandes cerveceras, Sanz se muestra optimista y cree que los artesanos del sector tiene mucho potencial de crecimiento gracias a su implantación local.
• Domus (Castilla-La Mancha). Creada en 2007 por Fernando Campoy en Toledo. Campoy fue uno de los pioneros en el sector al comenzar a mezclar maltas y lúpulos en 2002. Pese al reto que representa la distribución para los productores más pequeños, esta cerveza ha conseguido convertirse en una marca reconocida a nivel nacional e incluso ha llegado al mercado europeo y asiático. Campoy señala que su zona de influencia de preferencia sigue siendo la Comunidad de Madrid y Castilla-La Mancha y explica que la apuesta de los pequeños productores tiene que enfocarse al mercado local.
• Dougall’s (Cantabria). Andrew Dougall llegó desde Inglaterra en España en 1997. Del país le gustaba todo, pero no encontraba muchas variedades de cerveza de las que disfrutar. Así que decidió empezar a fabricar las suyas. En 2006 salió al mercado con tres variedades (rubia, tostada y negra). Desde entonces el proyecto fundado por este inglés se ha mantenido independiente y experimentando con la creación de nuevos sabores. En 2012 lanzaron una variedad Pale Ale. Dougall destaca la apuesta que han hecho desde Liérganes (Cantabria) por mejorar la maquinaria de las instalaciones en las que ahora trabajan 17 personas. También reconoce que el mayor reto de los pequeños es la distribución, copada por las grandes empresas, pero se muestra optimista y cree que la demanda de las artesanas aún tiene mucho hueco para crecer en España.
• La Pirata Brewing (Cataluña). Originaria de Barcelona, dentro del sector la califican como una de las artesanas más originales. Con fábrica en Suria, se han caracterizado por su variedad de estilo. A lo largo de estos años se han mantenido como productores independientes y una de las cervezas artesanas más reconocidas de Cataluña.
• CCVK (Madrid). Empresa familiar fundada en 2016. Fabrican cerveza artesana en la capital de España en el barrio de Vallecas. Elaboran cervezas de temporada y han colaborado con otros cerveceros artesanos. Se han mantenido independientes.
• Cervezas Caleya (Asturias). Fundada por César García Antuña, Silvestre Alonso y Gonzaga García Antuña. Una de las cervezas artesanas más conocidas de Asturias. Tienen su propio taller de elaboración de artesanas y se han mantenido independientes desde que comenzaron su andadura en 2010. Su enfoque está relacionado con la conservación del entorno. Su primera fábrica se localizaba en Rioseco, en el corazón del Parque Natural y Reserva de la Biosfera de Redes. Destacan que la calidad del agua de la zona ha permitido dar un toque distintivo a sus cervezas. En su segunda etapa se trasladaron a Langreo para poder ampliar su producción.
• Basqueland (País Vasco). Pioneros de la cerveza artesanal en el País Vasco. Empezaron su andadura en 2015. Fue puesta en marcha por tres americanos (Kevin Patricio, Ben Rozzi y Bejamin Matz). Las variedades de cerveza que fabrican se han llevado premios en las cuatro ediciones del Campeonato Nacional de Cervezas. Estos cerveceros independientes se han caracterizado por la peculiaridad de sus cervezas artesanales. Las han elaborado de churros de chocolate, de manzana y hasta de ron o bourbon.
• Cervezas Espiga (Cataluña). Fue fundada en 2012 por Arnau Rovira y Teresa Galván tras aprender de otras experiencias en Dinamarca y Alemania. Mantienen su propia fábrica en Sant Llorenç d’Hortons. Ahora cuentan con 12 trabajadores. Su fábrica tiene capacidad para producir hasta 2.000 hectolitros. Sus cervezas también han llegado a destinos internacionales como Reino Unido, Alemania, Suecia, Noruega, Francia, Italia o Serbia.