Es posible que alguna vez que hayas preguntado cómo es una cerveza lambic. ¿Sabías que este tipo de cerveza está reconocida como una de las más antiguas y únicas del mundo? Su origen se sitúa en Payotenland, en el valle del río Senne al sureste de Bruselas, y tiene una tradición de más de 400 años. A diferencia de otros tipos como las lager o las ale, su fermentación es espontánea.
Para ello, se utilizan levaduras silvestres. Los microorganismos presentes en el ambiente son los responsables del proceso. Una de las características que convierten a la lambic en una cerveza singular es que se emplean lúpulos con, al menos, tres cosechas de anterioridad.
De esta forma, se consigue que los lúpulos pierdan su intenso aroma y su amargor, así como se acentúan sus propiedades conservantes. En la actualidad, prácticamente la totalidad de la producción se sigue llevando a cabo en Bélgica, debido a que sus atributos geográficos posibilitan que la lambic conserve su esencia tan particular.
Tal vez no sean las cervezas más conocidas o demandadas, pero sí están entre las que tienen una personalidad más acentuada. ¿Te están entrando ganas de conocer más curiosidades sobre esta clase de cerveza? Vamos a hablarte desde AETCM de otras de sus características más reconocibles.
Olor, presencia y sabor de las cervezas lambic
Reconocerás una cerveza lambic por su genuino sabor, cargado de notas agrias, ácidas y afrutadas. Es una bebida compleja y seca, que apenas incorpora gas carbónico en su composición. Para su elaboración, se utiliza una combinación de trigo crudo (entre un 30 y un 40 %) y cebada poco malteada (60-70 %).
Su fermentación transcurre en los llamados koelschip, que son enormes tanques de base rectangular con una profundidad de unos 30 centímetros. Esta especie de piscinas se ubican normalmente en la buhardilla de las cervecerías. Esto no tiene nada que ver con la producción de otros tipos como la lager, que se lleva a cabo en recipientes verticales y herméticos, donde es más fácil controlar la acción de los microorganismos.
Debes saber también que la lambic suele tener un color pálido o amarillo profundo, y desprende un aroma moderado entre ácido y matices frutales. Lo habitual es que tenga entre un 7 % y un 8 % de alcohol. Estas cervezas son perfectas para maridar con quesos de sabor intenso como los Cheddar o Gouda añejados, así como los Brie de Meaux o Camembert.
Tipos de cervezas lambic
Básicamente, podemos clasificar las cervezas lambic en tres tipos principales: faro, gueuze y frutales. Las primeras se caracterizan por que se les añade azúcar. En las segundas, se produce una refermentación que es interrumpida y su sabor es también adulzado. Las frutales tienen frutos rojos, como cerezas o frambuesas.
Si te consideras un apasionado de la cerveza, sin duda, la lambic es una de las que merece la pena probar. Ya conoces más detalles, ¿a qué esperas para hacerlo?