Compañía Cervecera de Canarias realizó el año pasado una inversión de 8,4 millones de euros para modernizar y renovar su actividad, a través de la aplicación de mejoras tanto en los procesos de fabricación como en ventas, distribución y digitalización.
Esta partida supone un incremento del 10,8% respecto a la del ejercicio anterior y consolida la apuesta por la innovación de la compañía, que en los últimos cinco años ha destinado cerca de 40 millones de euros en actuaciones dirigidas a adaptarse a las nuevas necesidades del mercado canario y con ello contribuir al desarrollo económico y social del archipiélago.
La consejera delegada de Cervecera de Canarias, Naveen Mehra, señala que “este nivel de inversión refrenda el compromiso de la compañía de adecuarse a las nuevas exigencias del mercado y de la actividad industrial”. Una medida que, destaca, “se viene haciendo a lo largo del tiempo y que se ha mantenido en los últimos años también, pese al impacto de circunstancias externas como la covid-19 y más recientemente el incremento de los costes de energía”.
Con todo ello, añade, “la compañía sigue apostando por mantener el liderazgo en Canarias en la producción y venta de cerveza, a través de inversiones en las instalaciones y procesos”.
En el apartado industrial, las fábricas de Santa Cruz de Tenerife y de Las Palmas de Gran Canaria concentraron gran parte de las inversiones focalizándose estas en procesos relacionados con la gestión del agua, en el incremento de envases reutilizables y en la innovación en productos.
El cambio hacia unos procesos digitalizados se erige como una de las máximas prioridades para la compañía, aspecto que se ve reflejado en el esfuerzo inversor y humano en el desarrollo de la plataforma Bees. Esta nueva herramienta supone un paso cualitativo en lo que a la gestión de los clientes se refiere, facilitando cualquier petición a través de un servicio digital, más rápido y adaptado a las peculiaridades de cada cliente.
La inversión realizada por la compañía, así como el efecto multiplicador de su actividad en el resto de la sociedad permiten, según fuentes de la industria cervecera nacional contribuir a la generación de 9.000 empleos en las islas, especialmente concentrados en el sector de la hostelería pero también en proveedores de materiales y servicios localizados en Canarias.