Oso Brew, en palabras de David Ross, está en el “final del inicio”, toda una declaración de intenciones de una cervecera que acaba de inaugurar su fábrica y tap room en el municipio madrileño de Alcobendas y que en tiempos de crisis, apostó por la inversión y por crecer desde la inversión, la calidad como norma irrenunciable y un plan de negocio ambicioso basado en tres patas: su fábrica y tap room en Alcobendas y su local, La Osita, en el centro de Madrid. La apuesta empieza a funcionar.
¿Cuál es el momento actual de Oso Brew?
Estamos en un momento muy bonito. Muy felices con la apertura y los primeros meses de actividad completa. Muy contentos con la respuesta que estamos teniendo y con las cervezas que estamos haciendo. Tenemos muchos planes para crecer, hacer más cervezas interesantes y bebibles.
Hace un año, factoriadecerveza.com os visitó para conocer vuestro proyecto, y esta nave estaba completamente vacía. Ahora, es una fábrica de cerveza trabajando a ritmo y con un tap room que acoge eventos y está plenamente activo. ¿Cómo ha sido este proceso?
No es una cosa sencilla abrir una fábrica (risas). Hay mucha burocracia, muchos permisos, mucha obra, muchos procesos a los que hay que prestar máxima atención para tener una fábrica eficiente. Ha sido duro. No sé si más duro de lo que esperábamos, pero ha habido momentos frustrantes que nos han quitado años de vida. No todo es sencillo a partir de ahora. Hay mucho trabajo duro para seguir creciendo, mejorar todos los procesos, potenciar el branding y por supuesto, vender la cerveza. Ahora estamos en el fin del inicio
¿Qué capacidad tiene la fábrica?
Estamos elaborando entre 12.000 y 15.000 litros al mes. Hay capacidad para más optimizando los equipos y con mejoras. Ojalá lleguemos a los 20.000 en los próximos meses.
Cuando empezasteis este plan de expansión, ¿Cuáles eran los objetivos?
Elaborar la mejor cerveza y elaborar cervezas muy bebibles. Estamos en Madrid y aquí hay mucho margen para más cerveza craft y para cerveza muy buena. Queremos llegar a más gente.
Oso Brew tiene tres patas. ¿Cómo está funcionando cada uno de ellas? La Osita sigue siendo la bandera del proyecto…
La Osita, funciona muy bien. El enfoque ahora es mejorar los bares no solo con más cerveza nuestras sino también con comida y, por supuesto, avanzar en la estética. El enfoque para los próximos meses es potenciar el branding y cómo estamos comunicando con la gente para mejorar lo que estamos haciendo y llegar a otro nivel,
¿Y la fábrica? ¿Cuál es su recorrido?
Estamos abiertos a fabricar para terceros, pero no es algo que hayamos hecho aún. No quiere decir que nunca lo hagamos. El enfoque es seguir elaborando novedades y cosas interesantes en los estilos que somos más conocidos. El enfoque también es elaborar nuestra gama base, con cervezas menos excepcionales y más de siempre. Hemos reforzado el equipo humano de la fábrica con la presencia de grandes profesionales. Queremos mejorar el producto y tener siempre la máxima calidad.
La tercera pata es el Tap Room, ¿Cuál es el proyecto?
Llevamos mes y medio abriendo solo sábados, con respuesta muy buena y una gran aceptación de gente de la cerveza de Madrid. El plan ahora es crecer en horas de apertura, abriendo del jueves a domingo y poder llegar a más gente de las cercanías. Queremos que nos descubran como un bar donde se puede venir a beber. Queremos invertir en más comida y en eventos. Hasta ahora tenemos cosas frías y foodtrucks en los eventos y ahora queremos también establecer un menú más amplio.
Hablas de hacer marca, hacer branding… ¿qué tenéis que mejorar?
Estamos más en comunicar. Tenemos una buena base de marca, pero tenemos que comunicar mejor y a más gente. Hay mucha gente que no conoce lo que es la cerveza craft. El reto más importante es llegar a más gente que conozca lo que es una cerveza craft y que disfrute cuando la pruebe. Lo más importante es lo que hay dentro, pero también hay que cuidar la imagen de fuera. Queremos llegar a gente a través de los ojos. Tenemos un diseñador que es un talento. No solo es marketing. El enfoque, obviamente, es la fábrica y elaborar cervezas de alta calidad. Queremos transmitir que estamos en nuestro nuevo hogar, con un control ciento por ciento de todos los procesos.
Mencionas también la gama base como un punto troncal del proyecto futuro de Oso Brew…
No es una cerveza completamente distinta a lo que hacemos ya. Tenemos un producto de máxima calidad pero con menos graduación en algunas referencias. Se puede decir que nos queremos acercar al gran público, más accesible de precio, en formato 33 cl, que son más para el día a día. El enfoque sigue siendo cervezas con lúpulo, pero dando un giro. También seguiremos con novedades estacionales.
Con la Fabrica nueva, el ¿objetivo es la venta directa o reforzar el plan de distribución de Oso a nivel nacional o internacional?
Tenemos una red muy amplia de distribución, con una gran respuesta en los últimos meses. Estamos en todas las provincias de España más o menos. Trabajamos con muy buenos distribuidores pero está claro que Madrid es nuestro enfoque. Es un punto muy interesante porque no se le escapa a nadie que una cerveza hecha al lado es mucho mejor para todos. Vendemos directamente en Madrid y queremos crecer aquí. También hemos vendido en Francia, Bélgica, Alemania…es muy bueno para nosotros que nos conozcan cerveceros de otros países y nos da opción hacer colaboraciones con buenas fábricas de fuera. Aprendemos de ellos.
¿Cómo veis Oso Brew dentro de un año?
Elaborando el máximo de cerveza en la fábrica, con capacidad 100% y con el tap room muy activo y muy dinámico y que Oso tenga una buena reputación en Madrid y en España para tener cervezas superbuenas.
¿Os han llamado locos por abrir una fábrica de estas dimensiones en un momento ‘sensible’ como el que vive el sector?
Mucha gente (risas). Madrid tiene muchas cosas buenas y estamos muy contentos con el momento y con lo que va a pasar. Obviamente no es sencillo, pero hay que intentar y empujar y hay oportunidades para triunfar.