Un nuevo reto en el sector del lúpulo. La Junta de Andalucía está estudiando la adaptación del cultivo a su territorio con el fin de elaborar cervezas de mayor proximidad, Así lo explica el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (Ifapa). En una jornada celebrada recientemente, la administración autonómica andaluza y el citado instituto mostraron los resultados de los ensayos que han estado levando a cabo para saber cómo se adapta el oro verde a la zona de Sierra Nevada.
Según ha señalado el Ifapa, la producción en el Órbigo, donde se cultiva el 90% del lúpulo nacional, «no cubre la creciente demanda de la industria cervecera española, que debe importar de otros países gran parte del lúpulo en forma de extractos o pellets, lo que puede afectar a sus propiedades organolépticas».
Una oportunidad
Es por este motivo por el que argumentan que cultivar lúpulo en Andalucía representaría «una oportunidad tanto para las cerveceras artesanales, que buscan ingredientes de proximidad con identidad propia, como para cubrir la demanda de nuevas especialidades de las grandes marcas de la industria cervecera existentes en distintas provincias andaluzas».
A Andalucía no se le escapa que el cultivo con el que se elabora la cerveza tiene el 90% de su producción nacional en León, «que cuenta con una tradición consolidada», y por ello invitaron a agricultores productores de lúpulo en León a participar la jornada. En ella, dieron a conocer las peculiaridades del oro verde «en la principal comarca productora de dicha provincia», tal y como reza el comunicado del Ifapa.
Según apunta la propia institución, está desarrollando varios ensayos con las primeras pruebas de viabilidad, algo que lleva haciendo desde 2022 en su centro Camino de Purchil, en Granada. Su objetivo es saber si es posible producir el lúpulo demandado por esta industria en Andalucía, «donde se ubican grandes marcas». En este sentido, aseguran que hay lúpulo de forma silvestre en los márgenes de los ríos, «lo que presupone la existencia de material genético para su posible adaptación a nuestras condiciones».
Los investigadores del Ifapa «trabajan para que en los próximos años esta investigación pueda poner a punto las técnicas del cultivo en nuestra latitud y optimar rendimientos y calidad en campo, así como los procesos de fabricación en la industria.